FELIZ 2006

Mis mejores deseos para este 2006, para los amigos y los enemigos, para los casados y los separados, para los padres y las madres, para toda esa gente nueva que vamos a conocer, para los que se quedaron en el camino y muy especialmente a toda esa gente autentica que hace el mundo mejor. feliz año nuevo 20006.

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Os deseo una Feliz Navidad

Ya es tiempo de Navidades, todos ya sabréis que es un pequeño ritual donde intervienen los familiares, amigos y amigas, novios y novias y un pequeño etc. Este mi primer año en este blog, os deseo que seáis muy felices, que os lo paséis lo mejor posible en familia, que saltéis brinquéis y hagáis el mono un rato, y a esa novia que se enfunda esos vaqueros ajustados o a ese novio nuevo que tenéis, ¡pegadle un buen repaso!. Volveremos a vernos después de Navidades, antes de las campanadas para algún blog que tengo en el tintero, besos y abrazos para todos. ¡Que corra el champan!


PD: Bajo os dejo una bonita canción de navidad,¡de que me sonará esta canción!.


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Navidad


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Politicamente Incorrecta

Si ya de por si la familia natural debería de ser un cumulo de amor, ayudas mutuas y cariño, que por desgracia muchas veces es todo lo contrario, nos podemos imaginar por un segundo caer en las garras de una familia política borde y sin ningún sentido del cariño o el saber comportarse ante el ajeno/a "extraño", a su familia de "cuento de hadas" con ogro o bruja incluidos. No imaginemos porque pasa a menudo, caer en los reproches hacia el hijito/ita haciendo creer que el príncipe o princesa azul es un/una tal o un pascual, denigrante planteamiento se hacen algunas familias naturales y otras en conserva al proteger en demasía o desnaturalizar lo que de por si son hechos naturales en la vida de cada cual. Hay familias muy complicadas de entender por sus planteamientos "antinatura" sin respetar lo más mínimo los gustos o preferencias de los polluelos que no pretenden otra cosa que divertirse y en otros casos plantear un futuro ya de por si incierto. Seamos más naturales y actuemos acorde a lo que sentimos, no lo que nos impongan en la vida tal o cual familiar, por mucha sangre hervida en lata que sea. Si ya de por si son difíciles las relaciones humanas, y entre familiares a veces más aún, que la familia "política" nos pille confesados. Será cuestión de elección.

La Caja de Pandora


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Mensaje en el botijo

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El buen Comer a Mejor Vida

Esta noche iba de prisa y corriendo, porque me cerraba el súper, entrando ya en el, y acercandome a la sección de pescadería, me he llevado una sorpresa al comprobar que allí estaba comprando don Ricardo.
- Que tal Ricardo, ¡ya hacia días que no te veía por el barrio! le exclame con alegría, -mira aquí esperando para comprar algo de pescado, ¡que alegría verte diablillo! ¿vas a comprar también pescado? -si Ricardo, esta noche me apetece comer algo de pescado, como te va todo le pregunte - muy bien, ya vienen las vacaciones de navidad he, me dijo Don Ricardo, si, ya vuelve la alegría, la melancolía y los regalos le dije, el se río y me dijo - has visto los precios del pescado, me sonroja pensar los precios de algunos pescados, -esta todo muy caro Ricardo le dije, como bien sabes yo como en el bar de la esquina ya que me sale más barato y como mejor, pero la cena es un pequeño ritual de lo habitual, al decir esto nos sonreímos los dos, mira fijate en el precio de las doradas, o del emperador, esta carísimo y no son pescados que se puedan denominar de "monseñor", hace diez años a mi padre se las regalaban las doradas, aunque costaban la mitad de precio, y sabes una cosa, yo he comido angulas vivas con las manos, a capazos, la gente que nos traía cosas en navidad, amigos de mi padre y clientes nos traían estas cosas y más, aparte de porque habían muchísimas más los precios no eran tan desorbitados me comentaba don Ricardo, sabes que las angulas que ahora están a 600 o 700 euros el kilo hace diez años valían como mucho y en los grandes restaurantes 30000 pesetas, las angulas, las doradas y todos estos pescados que hoy aparentan de realeza o no asequible para todos los bolsillos en mi pueblo las pescábamos a caña y sedal en la playa, y las segundas con un salabre en la desembocadura del pantano las cogíamos y se podían comer incluso vivas porque las aguas estaban infinitamente más limpias que ahora, actualmente ya ni quedan y las que quedan mejor ni mirarlas. Es un disparate lo que estamos pagando de más porque se este destruyendo todo, me comentaba enrabiado don Ricardo a punto de que le tocase el turno. Por favor me puede poner dos cortadas de emperador a precio de sastrecillo le dijo don Ricardo a la dependienta entre risas, si yo le contase a usted la de pescado que yo he comido entre pescadores no se lo creería exclamo don Ricardo, pero eso será otro día.

Angel Perdido


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Una Noche Revisitada

-¿ La noche te gusto?, grandes mentiras sometidas en tan corto espacio de tiempo.
- Serpientes cabalgan en tu interior, solo quería tu calor, no importas, ¿donde te encuentras?, caes al vacío y observas una mascara terrorífica, ¡despierta ya!, el sueño es largo y la serpiente buscará tu interior, despierta despierta pequeña. Tus ilusiones han muerto.


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Espa?a

Conjunto de conmuñones automatas.


PD: En respuesta a la respuesta de un programa de Tv cuyos contertulios son "Sabios" de la política

Sueño de una noche de verano


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Una Pequeña Locura

Siempre hemos sido niños, pequeños y diminutos seres con el único porvenir de existir.
sabemos donde vamos, a donde dirigimos nuestras miradas al cruzar el alba, trabajamos, escribimos, vivimos y morimos en un monstruo que un dia nos devorara a todos, el tiempo se cubre de manecillas con forma de serpiente, pero siempre seremos niños que juegan con barquitos de papel en los arroyos, niños que jugamos a levantarle la falda a las niñas y a la madre. Niños que esperan el pasar del tiempo para evitar el sufrimiento de los días, las horas eternas en la soledad del crecimiento. Crecemos para que el porvenir se haga más llevadero y mas humano, en el reino del caos. Niños que quieren ser rebeldes apartandose de las estrictas normas de antaño, solo quieren jugar a ser niños. Queremos el mundo y lo queremos ahora.

La Vision Dionisiaca Del Mundo (1er fragmento)

Los griegos, que en sus dioses dicen y a la vez callan la doctrina secreta de su visión del mundo, erigieron dos divinidades, Apolo y Dioniso, como doble fuente de su arte. En la esfera del arte estos nombres representan antítesis estilísticas que caminan una junto a otra, casi siempre luchando entre sí, y que sólo una vez aparecen fundidas, en el instante del florecimiento de la “voluntad” helénica, formando la obra de arte de la tragedia ática. En dos estados, en efecto, alcanza el ser humano la delicia de la existencia, en el sueño y en la embriaguez. La bella apariencia del mundo onírico, en el que cada hombre es artista completo, es la madre de todo arte figurativo y también, como veremos, de una mitad importante de la poesía. Gozamos en la comprensión inmediata de la figura, todas las formas nos hablan; no existe nada indiferente e innecesario. En la vida suprema de esta realidad onírica tenemos, sin embargo, el sentimiento traslúcido de su apariencia; sólo cuando ese sentimiento cesa es cuando comienzan los efectos patológicos, en los que ya el sueño no restaura, y cesa la natural fuerza curativa de sus estados. Mas, en el interior de esa frontera, no son sólo acaso las imágenes agradables y amistosas las que dentro de nosotros buscamos con aquella inteligibilidad total: también las cosas serias, tristes, oscuras, tenebrosas son contempladas con el mismo placer sólo que también aquí el velo de la apariencia tiene qué estar en un movimiento ondeante, y no le es lícito encubrir del todo las formas básicas de lo real. Así, pues, mientras que el sueño es el juego del ser humano individual con lo real, el arte del escultor (en sentido amplio) es el juego con el sueño. La estatua, en cuanto bloque de mármol, es algo muy real, pero lo real de la estatua en cuanto figura onírica es la persona viviente del dios. Mientras la estatua flota aún como imagen de la fantasía ante los ojos del artista, éste continúa jugando con lo real; cuando el artista traspasa esa imagen al mármol, juega con el sueño.¿En qué sentido fue posible hacer de Apolo el dios del arte? Sólo en cuanto es el dios de las representaciones oníricas. El es “el Resplandeciente” de modo total: en su raíz más honda es el dios del sol y de la luz, que se revela en el resplandor. La “belleza” es su elemento: eterna juventud le acompaña. Pero también la bella apariencia del mundo onírico es su reino: la verdad superior, la perfección propia de esos estados, que contrasta con la sólo fragmentariamente inteligible realidad diurna, elévalo a la categoría de dios vaticinador, pero también ciertamente de dios artístico. El dios de la bella apariencia tiene que ser al mismo tiempo el dios del conocimiento verdadero. Pero aquella delicada frontera que a la imagen onírica no le es lícito sobrepasar para no producir un efecto patológico, pues entonces la apariencia no sólo engaña, sino que embauca, no es lícito que falte tampoco en la esencia de Apolo: aquella mesurada limitación, aquel estar libre de las emociones más salvajes, aquella sabiduría y sosiego del dios-escultor. Su ojo tiene que poseer un sosiego “solar”: aun cuando esté encolerizado y mire con malhumor, se halla bañado en la solemnidad de la bella apariencia.El arte dionisíaco, en cambio, descansa en el juego con la embriaguez, con el éxtasis. Dos poderes sobre todo son los que al ingenuo hombre natural lo elevan hasta el olvido de sí que es propio de la embriaguez, el instinto primaveral y la bebida narcótica. Sus efectos están simbolizados en la figura de Dioniso. En ambos estados el principium individuationis queda roto, lo subjetivo desaparece totalmente ante la eruptiva violencia de lo general-humano, más aún, de lo universal-natural. Las fiestas de Dioniso no sólo establecen un pacto entre los hombres, también reconcilian al ser humano con la naturaleza. De manera espontánea ofrece la tierra sus dones, pacíficamente se acercan los animales más salvajes: panteras y tigres arrastran el carro adornado con flores, de Dioniso. Todas las delimitaciones de casta que la necesidad y la arbitrariedad han establecido entre los seres humanos desaparecen: el esclavo es hombre libre, el noble y el de humilde cuna se unen para formar los mismos coros báquicos. En muchedumbres cada vez mayores va rodando de un lugar a otro el evangelio de la “armonía de los mundos”: cantando y bailando manifiéstase el ser humano como miembro de una comunidad superior, más ideal: ha desaprendido a andar y a hablar. Más aún: se siente mágicamente transformado, y en realidad se ha convertido en otra cosa. Al igual que los animales hablan y la tierra da leche y miel, también en él resuena algo sobrenatural. Se siente dios: todo lo que vivía sólo en su imaginación, ahora eso él lo percibe en sí. ¿Qué son ahora para él las imágenes y las estatuas? El ser humano no es ya un artista, se ha convertido en una obra de arte, camina tan extático y erguido como en sueños veía caminar a los dioses. La potencia artística de la naturaleza, no ya la de un ser humano individual, es la que aquí se revela: un barro más noble, un mármol más precioso son aquí amasados y tallados: el ser humano. Este ser humano configurado por el artista Dioniso mantiene con la naturaleza la misma relación que la estatua mantiene con el artista apolíneo.Así como la embriaguez es el juego de la naturaleza con el ser humano, así el acto creador del artista dionisíaco es el juego con la embriaguez. Cuando no se lo ha experimentado en si mismo, ese estado sólo se lo puede comprender de manera simbólica: es algo similar a lo que ocurre cuando se sueña y a la vez se barrunta que el sueño es sueño. De igual modo, el servidor de Dioniso tiene que estar embriagado y, a la vez, estar al acecho detrás de sí mismo como observador. No en el cambio de sobriedad y embriaguez, sino en la combinación de ambos se muestra el artista dionisíaco.Esta combinación caracteriza el punto culminante del mundo griego: originariamente sólo Apolo es dios del arte en Grecia, y su poder fue el que de tal modo moderó a Dioniso, que irrumpía desde Asia, que pudo surgir la más bella alianza fraterna. Aquí es donde con más facilidad se aprehende el increíble idealismo del ser helénico: un culto natural que entre los asiáticos significa el más tosco desencadenamiento de los instintos inferiores, una vida animal panhetérica, que durante un tiempo determinado hace saltar todos los lazos sociales, eso quedó convertido entre ellos en una festividad de redención del mundo, en un día de transfiguración. Todos los instintos sublimes de su ser se revelaron en esta idealización de la orgía.Pero el mundo griego nunca había corrido mayor peligro que cuando se produjo la tempestuosa irrupción del nuevo dios. A su vez, nunca la sabiduría del Apolo délfico se mostró a una luz más bella. Al principio resistiéndose a hacerlo, envolvió al potente adversario en el más delicado de los tejidos, de modo que éste apenas pudo advertir que iba caminando semiprisionero. Debido a que los sacerdotes délficos adivinaron el profundo efecto del nuevo culto sobre los procesos sociales de regeneración y lo favorecieron de acuerdo con sus propósitos políticoreligiosos, debido a que el artista apolíneo sacó enseñanzas, con discreta moderación, del arte revolucionario de los cultos báquicos, debido, finalmente, a que en el culto délfico el dominio del año quedó repartido entre Apolo y Dioniso, ambos salieron, por así decirlo, vencedores en el certamen que los enfrentaba: una reconciliación celebrada en el campo de batalla. Si se quiere ver con claridad de qué modo tan poderoso el elemento apolíneo refrenó lo que de irracionalmente sobrenatural había en Dioniso, piénsese que en el período más antiguo de la música el género ditirámbico era al mismo tiempo el hesicástico. Cuanto más vigorosamente fue creciendo e1 espíritu artístico apolíneo, tanto más libremente se desarrolló el dios hermano Dioniso: al mismo tiempo que el primero llegaba a le visión plena, inmóvil, por así decirlo, de la belleza, en 1a época de Fidias, el segundo interpretaba en la tragedia los enigmas y los horrores del mundo y expresaba en 1a música trágica el pensamiento más íntimo de la naturaleza, el hecho de que la «voluntad» hila en y por encima de todas las apariencias.Aun cuando la música sea también un arte apolíneo, tomadas las cosas con rigor sólo lo es el ritmo, cuyaa fuerza figurativa fue desarrollada hasta convertirla en exposición de estados apolíneos: la música de Apolo es arquitectura en sonidos, y además, en sonidos sólo insinuados, como son los propios de la cítara. Cuidadosamente se mantuvo apartado cabalmente el elemento que constituye el carácter de la música dionisiaca, más aún, de la música en cuanto tal, el poder estremecedor del sonido y el mundo completamente incomparable de la armonía. Para percibir ésta poseía el griego una sensibilidad finísima, como es forzoso inferir de la rigurosa caracterización de las tonalidades, si bien en ellos es mucho menor que en el mundo moderno la necesidad de, una armonía acabada, que realmente suene. En la sucesión de armonías, y ya en su abreviatura, en la denominada melodía, la «voluntad» se revela con total inmediatez sin haber ingresado antes en ninguna apariencia. Cualquier individuo puede servir de símbolo, puede servir, por así decirlo, de caso individual de una regla general; pero, a la inversa, la esencia de lo aparencial la expondrá el artista dionisíaco de un modo inmediatamente comprensible: él manda, en efecto, sobre el caos de la voluntad no devenida aún figura, y puede sacar de él, en cada momento creador, un mundo nuevo, pero también el antiguo, conocido como apariencia. En este último sentido es un músico trágico.En la embriaguez dionisíaca, en el impetuoso recorrido de todas las escalas anímicas durante las excitaciones narcóticas, o en el desencadenamiento de los instintos primaverales, la naturaleza se manifiesta en su fuerza más alta: vuelve a juntar a los individuos y los hace sentirse como una sola cosa, de tal modo que el principium individuationis aparece, por así decirlo, como un permanente estado de debilidad de la voluntad. Cuanto más decaída se encuentra la voluntad, tanto más se desmigaja todo en lo individual; cuanto más egoísta, arbitrario es el modo como el individuo está desarro1lado, tanto más débil es el organismo al que sirve. Por esto, en aquellos estados prorrumpe, por así decirlo, un rasgo sentimental de la voluntad, un «sollozo de la criatura» por las cosas perdidas: en el placer supremo resuena el grito del espanto, los gemidos nostálgicos de una pérdida insustituible. La naturaleza exuberante celebra a la vez sus saturnales y sus exequias. Los afectos de sus sacerdotes están mezclados del modo más prodigioso, 1os dolores despiertan placer, el júbilo arranca del pecho sonidos llenos de dolor. El dios, el liberador, ha liberado a todas 1as cosas de sí mismas, ha transformado todo. El canto y la mímica de las masas excitadas de ese modo, en las que la naturaleza ha cobrado voz y movimiento, fueron para el mundo greco-homérico algo completamente nuevo e maudito; para él aquello era algo oriental, a lo que tuvo que someter con su enorme energía rítmica y plística, y que sometió, como sometió en aquella época el estilo de los templos egipcios. Fue el pueblo apolíneo el que aherrojó al instinto prepotente con las cadenas de la belleza; él fue el que puso el yugo a los elementos más peligrosos de la naturaleza, a sus bestias más salvajes. Cuando más admiramos el poder idealista de Grecia es al comparar su espiritualización de la fiesta de Dioniso con lo que en otros pueblos surgió de idéntico origen. Festividades similares son antiquísimas, y se las puede demostrar por doquier, siendo las más famosas las que se celebraban en Babilonia bajo el nombre de los saces. Aquí, en una fiesta que duraba cinco días, todos los lazos públicos y sociales quedaban rotos; pero lo central era el desenfreno sexual, la aniquilación de toda relación familiar por un heterismo ilimitado. La contrapartida de esto nos la ofrece la imagen de la fiesta griega de Dioniso trazada por Eurípides en Las bacantes: de esa imagen fluyen el mismo encanto, la misma transfiguradora embriaguez musical que Escopas y Praxíteles condensaron en estatuas. Un mensajero narra que, en el calor del mediodía, ha subido con los rebaños a las cumbres de las montañas: es el momento justo y el lugar justo para ver cosas no vistas; ahora Pan duerme, ahora el cielo es el trasfondo inmóvil de una aureola, ahora florece el día. En una pradera el mensajero divisa tres coros de mujeres, que yacen diseminados por el suelo en actitud decente: muchas mujeres se han apoyado en troncos de abetos: todas las cosas dormitan. De repente la madre de Penteo comienza a dar gritos de júbilo, el sueño queda ahuyentado, todas se ponen de pie, un modelo de nobles costumbres; las jóvenes muchachas y las mujeres dejan caer los rizos sobre los hombros, la piel de venado es puesta en orden, si, al dormir, los lazos y las cintas se habían soltado. Las mujeres se ciñen con serpientes, que lamen confiadamente sus mejillas, algunas toman en sus brazos lobos y venados jóvenes y los amamantan. Todas se adornan con coronas de hiedra y con enredaderas; una percusión con el tirso en las rocas, y el agua sale a borbotones; un golpe con el bastón en el suelo, y un manantial de vino brota. Dulce miel destila de las ramas; basta que alguien toque el suelo con las puntas de los pies para que brote leche blanca como la nieve. – Es éste un mundo sometido a una transformación mágica total, la naturaleza celebra su festividad de reconciliación en el ser humano. El mito dice que Apolo recompuso al desgarrado Dioniso. Esta es la imagen del Dioniso recreado por Apolo, salvado por éste de su desgarramiento asiático.

Friedrich Nietzsche

Te Quiero Puta


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Lord Byron


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Lord Byron (Memorias)

-Pierdo parte de mi virginidad-


Mis pasiones se desarrollaron muy pronto, tan pronto que muy
pocos me creerán ahora que voy a datar la época y a narrar los he-
chos. No obstante, yo, George Gordon, sexto lord Byron, soy un
hombre sencillo y mi estilo es el de comenzar por el principio, que
es lo que sigue.

Mi padre murió cuando yo tenia tres años, nombrandome en su
testamento heredero único de sus bienes inmuebles y personales.
Para entonces había saqueado y derrochado a su antojo la parca for-
tuna de mi madre, y la pequeña herencia de otra esposa anterior, de
manera que solo me lego deudas y los gastos del funeral. No es mi
parecer que mi padre amase a mi madre en exceso, pues en el mo-
mento de su fallecimiento había escapado de sus acreedores yendose
a Francia, donde su hermana tenia una casa en Valenciennes, mien-
tras su esposa y su único hijo sobrevivían con apuros en unas habita-
ciones amuebladas de Aberdeen. En una ocasión oí decir a mi tía
que, según mi padre, mi madre era muy simpática de lejos, pero que
Èl desafiaba a cualquiera de los apóstoles a convivir con ella un par
de meses. Esa misma tía me contó que lo único que recordaba ha-
berle oído decir sobre mi era que jamas llegaría a andar, dado que
tenia un pie deforme. En todo esto, mi padre tenia razón con res-
pecto a mi madre, pero se equivocaba con respecto a mi. Es cierto
que soy patihendido, lo que significa que tengo una pequeña defor-
midad en el pie derecho, cuyos dedos están vueltos hacia dentro,
debido, creo yo, a la conducta de mi madre cuando me estaba trayendo
a este mundo, puesto que su mojigatería le hizo rechazar la necesaria
asistencia medica. También es cierto que toda mi vida he tenido que
usar un zapato especial como consecuencia de lo anterior, luego de
que fracasaran los tirantes de hierro y la cera caliente. Pero corría
antes de aprender a andar, y ahora, cojeando, me muevo mas depri-
sa que muchos. O seré acaso Le Diable Boiteux?, pues, que se
sepa, ningún ángel ha tropezado con una estrella, a no ser la encar-
nación del mismísimo demonio. De todas maneras, resulta tedioso ir
por la vida andando al lado de uno de los propios pies, y cuento con
que en mi siguiente existencia, a modo de compensación, dispondré
de dos pies, si no de cuatro. Cabe también la posibilidad, si el cris-
tianismo esta en lo cierto y nuestros despojos resucitan, de que tenga
dos pies decentes cuando suene la trompeta, y en eso confío, pues, si
no, me quedare muy retrasado cuando se agolpe la gente camino del
paraíso. Sin embargo, que reconfortante es ser un tarado. Cuando
un miembro se debilita, siempre hay otro que lo compensa. Como
dijo la reina de las amazonas: ´Los lisiados son los que mejor fo-
llan. (También se me da bastante bien estar de pie sin moverme.)
No era yo tan joven cuando falleció mi padre como para no acor-
darme perfectamente de el y sentir un muy precoz horror por el ma-
trimonio de resultas de haber presenciado las riñas familiares. De to-
dos modos, he de admitir que mi madre, cuando perdió la felicidad
conyugal sin ninguna perspectiva de recuperarla, parecía echar algo
en falta. La muerte de mi padre dejo a la triste criatura en un estado
inconsolable. Después de haber llorado y sollozado, recorriendo
arriba y abajo la mayor parte de las calles de la granítica Aberdeen,
aquella indómita viuda de provincias volcó en mi, sin mas ni mas, su
amor y su odio. No es que fuera mala mujer la viuda de mi prodigo
padre, pero no era una buena madre. En realidad, no me parece ex-
cesivo admitir, ahora que ella ha muerto, que mi madre estaba, casi
con absoluta seguridad, loca; afirmar que estaba en su sano juicio
equivaldría a condenarla por criminal. (Debe señalarse que esta des-
cendiente en linea zigzagueante de Jacobo 1 murió de un ataque de
apoplejía que le sobrevino mientras leía una factura del tapicero.)
Durante todos mis felices días infantiles de jugar al ratón y al gato,
no paro de besarme y abofetearme, una cosa detrás de la otra. A ve-
ces me mimaba con un cariño enfermizo. Yo no acertaba a saber
que era peor, y sigo sin saberlo. Ella me dio el ser, por supuesto, pe-
ro yo nunca se lo pedí, ademas de que todos los grandes filósofos es-
tan de acuerdo en que es preferible no haber nacido. En cuanto a su
presencia física, mi madre era pequeña y rolliza, estaba dotada de
una gran nariz que metía en todas partes y tenia los colores demasia-
do subidos. Poseía el don, bastante apreciable, de vestir con un esti-
lo que combinaba lo andrajoso con lo chillón. Amando u odiando,
embutida en sus corsés o sin ellos, vivió toda su vida a base de esta-
llidos huracanados, por lo menos en lo que a mi toco. A menudo,
cuando ella estaba en plena ventolera, yo deseaba que me tragara un
terremoto, con tal de que se hundiera conmigo mi elocuente madre.
Me atacaba con atizadores y tenazas y, cuando le fallaban estas ar-
mas, con caricias. Su ternura maternal mas memorable consistía en
llamarme su mocoso tullido o su Caliban. ¡Que la paz sea con ella!
Solo mencionare un incidente para demostrar cuan singular era el
afecto que reinaba entre nosotros. Un atardecer en que, movida por
un ataque de frenesí, había revuelto las cenizas de mi padre y lo ha-
bia injuriado, después de decir (arrastrando la ´rª hasta hacerla so-
nar como un estertor agónico) que yo también me convertiría en un
autentico Byrrone, que era el peor de todos los epítetos que supo in-
ventar, me fije en que me estaba mirando con tan suma delicadeza
por encima de un pastel de carne de venado, que luego me escape
de la casa y corrí a la del farmacéutico para preguntarle si mi madre
había estado allí comprando veneno. ´No, dijo el boticario con
una sonrisa. -¿Por que se ríe usted entonces?, le pregunte yo.
´Porque, dijo el boticario, ´la señora Byron ha pasado por aquí
hace diez minutos y me ha hecho la misma pregunta
Cuando tenia nueve años, mi muy mansa mama me puso en ma-
nos de una joven institutriz escocesa, una devota calvinista llamada
May Gray. (No hay que confiar nunca en las mujeres cuyos nombres
tienen rimas internas.) Esta institutriz me llevo a pasar el verano con
ella en el valle del Dee, en una casa de campo no muy apartada de
Abergeldie. Era la primera vez que veía yo nuestros Alpes septen-
trionales y pronto me entusiasme con los despeñaderos y las catara-
tas, sobre todo con el pico de águila de Loch-na-garr, cuya cumbre,
asiento de nieves perpetuas, sobresalía a veces por encima de las nu-
bes. Me costaba moverme, pero vagabundeaba a mis anchas, sosega-
do e inspirado por la grandiosidad del paisaje. Ejercite el cuerpo y
di satisfacciones al espíritu, tambaleandome al borde de los precipi-
cios, deleitandome en sumar el gemido de mi carácter a la voz del
universo. A la señorita Gray debo mi amor por las montañas, mis
conocimientos sobre las Escrituras, y la inoculación de un exceso de
calvinismo, tanto pan tener fe en el cristianismo como para no te-
nerla. A la señorita Gray debo, asimismo, la precoz aparición de mis
pasiones sexuales. Aquella jovencita sentía un especial placer en
leerme la Biblia por la mañana, en pegarme por la tarde hasta que
las carnes me palpitaban y me dolían los huesecitos, y en meterse
luego desnuda en mi cama durante la noche a juguetear con mi
cuerpo. Sin duda, al principio solo pretendía estrujarme el pene con
apretones puramente platónicos, pero pronto aquello se convirtió en
otra cosa. Ademas, ni siquiera a los nueve años tenia yo nada de
platónico. Físicamente, la señorita Gray era pálida, alta y delgada.
(Aborrezco a las mujeres rechonchas.) También era encantadora y
casta, y tenia veintitrés años. Cuando digo encantadora quiero decir
que tenia los dedos muy largos. Cuando digo casta quiero decir que
a mi nunca se me permitía tocarla a ella. ¡Pobrecita! En cuestión de
sensibilidad, yo era presto como la Medea de Ovidio. En cuanto a la
señorita Gray, cantaba para si misma mientras jugaba o me susurra-
ba al oído palabras estimulantes en escocés. Las palabras de estimu-
lo, yo ni las entendía ni las necesitaba. A decir verdad, no encontra-
ba desagradables los juegos de mi institutriz en mi cama y no conte
nada sobre ellos a mi madre por entonces.
Ahora me resulta evidente que debo muchísimo a aquel súcubo
religioso y desenfrenado, y no todo para mal. Su dominio erótico so-
bre mi duro alrededor de dos años. En cuanto a las lecturas de la Bi-
blia, me disgustaba el Nuevo Testamento pero disfrutaba bastante
con el Antiguo, sobre todo con el Salino 93 y con la historia de Caín
y Abel. Cuando considere que había aprendido lo suficiente de las
sabias manos de la señorita Gray, aproveche una oportunidad para
mencionar sus lecciones extraescolares al abogado de nuestra fami-
lia, el señor John Hanson. … llamaba a mi madre la respetable viu-
da. La predestinada ordeñadora fue puesta de patitas en la calle.
Tal vez sea esta una de las razones que dieron a la precoz melan-
colía de mis pensamientos esta precocidad en la vida. Después de
todo, mis primeros poemas son los pensamientos de alguien con al
menos diez años mas de los que yo tenia al escribirlos; no me refiero
a su solidez sino a las experiencias a que remiten. Los dos primeros
cantos de Childe Harold los acabe cuando tenia veintidós años y pa-
recen escritos por un hombre de mas edad de la que probablemente
'tendré yo nunca.
Inicio estas Memorias a mitad de mi trigésimo año de camino ha-
cia el infierno, aquí, en el mejor paradero que he conocido hasta
ahora, el Palazzo Mocenigo de Venecia, el viernes trece de julio de
1818, recuperandome de unas purgaciones y sin nada peor que ha-
cer. En cuanto a la razón ultima de que escriba, en tiempos se debió
a tener la cabeza y el corazón llenos de cosas que necesitaba sacar al
exterior, pero ahora se trata unicamente de eludir la indolencia;
aunque en un país cálido la indolencia bien puede ser un placer.

El elixir de larga vida 1 (Balzac)

Degustad esto con tranquilidad, buen probecho.


Al lector (1): al comienzo de su carrera literaria recibió el autor; de manos de un amigo muerto hacía tiempo, el tema de esta obra, que más tarde encontró en una antología a principios de este siglo; y, según sus conjeturas, se trata de una fantasía creada por Hoffmann de Berlín, publicada en algún almanaque alemán y olvidada por sus editores. La Comédie Humaine es lo suficientemente original para que el autor pueda confesar una copia inocente; como La Fontaine, ha tratado a su manera, y sin saberlo, un hecho ya contado. Esto no ha sido una broma como estaba de moda en 1830, época en la que todo autor escribía cosas atroces para complacer a las jovencitas. Cuando el lector llegue al elegante parricidio de don Juan, intente adivinar cuál sería la conducta, en situaciones más o menos semejantes, de gentes honestas que en el siglo XIX toman dinero de rentas vitalicias con la excusa de un catarro, o que alquilan una casa a una anciana por el resto de sus días. ¿Resucitarían a sus arrendatarios? Desearía que «pesadores–jurados» examinasen concienzudamente qué grado de similitud puede existir entre don Juan y los padres que casan a sus hijos por interés. La sociedad humana, que según algunos filósofos avanza por una vía de progreso, ¿considera como un paso hacia el bien el arte de esperar pasar a mejor vida? Esta ciencia ha creado oficios honestos, por medio de los cuales se vive de la muerte. Algunas personas tienen como ocupación la de esperar un fallecimiento, la abrigan, se acurrucan cada mañana sobre el cadáver, lo convierten en almohada por la noche: se trata de los coadjutores, cardenales supernumerarios, tontineros (2), etc. Hay que añadir gente elegante presurosa por comprar una propiedad cuyo precio sobrepasa sus posibilidades, pero que consideran lógica y fríamente el tiempo de vida que les queda a sus padres o a sus suegras, octogenarias o septuagenarias, diciendo: «Antes de tres años heredaré seguramente, y entonces...». Un asesino nos desagrada menos que un espía. El asesino lo es quizá por un arrebato de locura, puede arrepentirse, ennoblecer. Pero el espía es siempre un espía; es espía en la cama, en la mesa, andando, de noche, de día; es vil a cada momento, ¿qué es, pues, ser un asesino, cuando un espía es vil? Pues bien, ¿no acabamos de reconocer que hay en la sociedad unos seres que llevados por nuestras leyes, por nuestras costumbres y nuestros hábitos piensan sin cesar en la muerte de los suyos y la codician? Sopesan lo que vale un ataúd mientras compran cachemira para sus mujeres, subiendo la escalera del teatro, queriendo ir a la Comedia o deseando un coche. Asesinan en el momento en que tos seres queridos, llenos de inocencia, les dan a besar por la noche frentes infantiles, mientras dicen:–Buenas noches, padre.A todas horas ven los ojos que quisieran cerrar; y que cada mañana se abren a la luz como el de Belvídero en esta obra. ¡Sólo Dios sabe el número de parricidios que se cometen con el pensamiento! Imaginemos a un hombre que tiene que pagar mil escudos de renta vitalicia a una anciana, y que ambos viven en el campo, separados por un riachuelo, pero tan extraños uno a otro como para poderse odiar cordialmente, sin faltar a las humanas conveniencias que colocan una máscara sobre el rostro de dos hermanos, de los cuales uno obtendrá el mayorazgo y otro una legitimación. Toda la civilización europea reposa en la herencia como sobre un eje, sería una locura suprimirla; pero, ¿no se podría hacer como con las máquinas que son el orgullo de nuestra época, es decir; perfeccionar el engranaje principal? Si el autor ha conservado la vieja fórmula AL LECTOR en una obra en la que se trata de representar todas las formas literarias, es para incluir una observación relativa a algunos trabajos, y sobre todo a éste. Cada una de sus composiciones está basada en ideas más o menos nuevas cuya expresión le parece útil, puede haber considerado la prioridad de ciertas fórmulas, de ciertos pensamientos que, más tarde, han pasado al campo literario, y una vez allí quizá se han vulgarizado. Las fechas de la publicación primitiva de cada obra no deben, pues, serles indiferentes a aquellos lectores que quieran hacerles justicia. La lectura proporciona amigos desconocidos y ¡qué amigo, el lector! tenemos amigos conocidos que no leen nada nuestro. El autor espera haber pagado su deuda dedicando esta obra DIIS IGNOTIS(3). En un suntuoso palacio de Ferrara, agasajaba don Juan Belvídero una noche de invierno a un príncipe de la casa de Este. En aquella época, una fiesta era un maravilloso espectáculo de riquezas reales de que únicamente un gran señor podía disponer. Sentadas en torno a una mesa iluminada con velas perfumadas conversaban suavemente siete alegres mujeres, en medio de obras de arte cuyos blancos mármoles destacaban en las paredes de estuco rojo y contrastaban con las ricas alfombras de Turquía. Vestidas de satén, resplandecientes de oro y cargadas de piedras preciosas que brillaban menos que sus ojos, todas contaban pasiones enérgicas, pero tan diferentes unas de otras como lo eran sus bellezas. No diferían ni en las palabras, ni en las ideas; el aire, una mirada, algún gesto, el tono, servían a sus palabras como comentarios libertinos, lascivos, melancólicos o burlones. Una parecía decir:–Mi belleza sabe reanimar el corazón helado de un hombre viejo. Otra:–Adoro estar recostada sobre los almohadones pensando con embriaguez en aquellos que me adoran.Una tercera, debutante en aquel tipo de fiestas, parecía ruborizarse:–En el fondo de mi corazón siento remordimientos –decía–. Soy católica, y temo al infierno. Pero os amo tanto ¡tanto! que podría sacrificaros la eternidad.La cuarta, apurando una copa de vino de Quío, exclamaba:–¡Viva la alegría! Con cada aurora tomo una nueva existencia. Olvidada del pasado, ebria aún del encuentro de la víspera, agoto todas las noches una vida de felicidad, una vida llena de amor.La mujer sentada junto a Belvídero le miraba con los ojos llameantes. Guardaba silencio.–¡No me confiaría a unos espadachines para matar a mi amante, si me abandonara!–después había reído; pero su mano convulsa hacía añicos una bombonera de oro milagrosamente esculpida. –¿Cuándo serás Gran Duque? –preguntó la sexta al príncipe, con una expresión de alegría asesina en los dientes y de delirio báquico en los ojos.–¿Y cuándo morirá tu padre? –dijo la séptima riendo y arrojando su ramillete de flores a don Juan con un gesto ebrio y alocado. Era una inocente jovencitaacostumbrada a jugar con las cosas sagradas.–¡Ah, no me habléis de ello! –exclamó el joven y hermoso don Juan Belvídero–.¡Sólo hay un padre eterno en el mundo, y la desgracia ha querido que sea yo quien lo tenga! Las siete cortesanas de Ferrara, los amigos de don Juan y el mismo príncipe lanzaron un grito de horror. Doscientos años más tarde y bajo Luis XV las gentes de buen gusto hubieran reído ante esta ocurrencia. Pero, tal vez al comienzo de una orgía las almas tienen aún demasiada lucidez. A pesar de la luz de las velas, las voces de las pasiones, de los vasos de oro y de plata, el vapor de los vinos, a pesar de la contemplación de las mujeres más arrebatadoras, quizás había aún, en el fondo de los corazones, un poco de vergüenza ante las cosas humanas y divinas, que lucha hasta que la orgía la ahoga en las últimas ondas de un vino espumoso. Sin embargo, los corazones estaban ya marchitos, torpes los ojos, y la embriaguez llegaba, según la expresión de Rabelais, hasta las sandalias. En aquel momento de silencio se abrió una puerta, y, como en el festín de Belsasar(4), Dios hizo acto de presencia y apareció bajo la forma de un viejo sirviente de pelo blanco, andar vacilante y de ceño contraído. Entró con una expresión triste; con una mirada marchitó las coronas, las copas bermejas, las torres de fruta, el brillo de la fiesta, el púrpura de los rostros sorprendidos, y los colores de los cojines arrugados por el blanco brazo de las mujeres; finalmente, puso un crespón de luto a toda aquella locura, diciendo con voz cavernosa estas sombrías palabras:–Señor; vuestro padre se está muriendo. Don Juan se levantó haciendo a sus invitados un gesto que bien podría traducirse por un: «Lo siento, esto no pasa todos los días». ¿Acaso la muerte de un padre no sorprende a menudo a los jóvenes en medio de los esplendores de la vida, en el seno de las locas ideas de una orgía? La muerte es tan repentina en sus caprichos como una cortesana en sus desdenes; pero más fiel, pues nunca engañó a nadie.

La Espera


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Viento de Tempestad

-Su mirada es una larga espera, esta esperando el éxodo de los vientos
-Guarda la melancolía en su mirada, el rencor fruto del pasar de los tiempos
-La divina comedia ha cegado la voluntad del ser y la caída al ostracismo
-Tormentas incesantes cubren de oscuridad su ya pálido rostro.
Oscuras visiones de maldad despojan la retina de todo encanto de vida.
-Moscas pululantes esperan el final y el principio de la tormenta del ser

Balzac


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Gillete (fragmento)

El joven experimentaba esa profunda sensación que ha debido de hacer vibrar el corazón de los grandes artistas cuando, en el apogeo de su juventud y de su amor por el arte, se han acercado a un hombre genial o a alguna obra maestra. Existe en todos los sentimientos humanos una flor primitiva, engendrada por un noble entusiasmo, que va marchitándose poco a poco hasta que la felicidad no es ya sino un recuerdo, y la gloria una mentira. Entre estas frágiles emociones, nada se parece más al amor que la joven pasión de un artista que inicia el delicioso suplicio de su destino de gloria y de infortunio; pasión llena de audacia y de timidez, de creencias vagas y de desalientos concretos. Quien, ligero de bolsa, de genio naciente, no haya palpitado con vehemencia al presentarse ante un maestro siempre carecerá de una cuerda en el corazón, de un toque indefinible en el pincel, de sentimiento en la obra, de verdadera expresión poética. Aquellos fanfarrones que, pagados de sí mismos, creen demasiado pronto en el porvenir, no son gentes de talento sino para los necios. A este respecto, el joven desconocido parecía tener verdadero mérito, si el talento debe ser medido por esa timidez inicial, por ese pudor indefinible que los destinados a la gloria saben perder en el ejercicio de su arte, como las mujeres bellas pierden el suyo en el juego de la coquetería. El hábito del triunfo atenúa la duda y el pudor es, tal vez, una duda.


-Honoré de Balzac -

Para todos los artistas, noveles y consagrados. Luchad contra la necedad de quien muchas veces no reconoce una obra.

Janis Y Telma

Después de tomarnos unos chupitos en el pub Lolas e irnos inconscientemente sin pagar, ironías del bolsillo, nos dirigimos Ramón de Campoamor y yo a tomarnos un ultimo brebaje a la plaza del cedro. Ya era tarde y el cansancio arreciaba, paseando por la plaza hacia un bar, me encontré un viejo conocido de profesión, estuvimos charlando un rato mientras degustaba un ron que llevaba mano en ristre, el trabajo artístico escaseaba me comentaba, habrá que buscar soluciones al respecto le dije, su amiga estaba impaciente por irse, no era de extrañar puesto que hacia un frío que congelaba. Nos despedimos, y al girarme note una mano en mi espalda, me giro y observo una chica de pelo muy largo castaño claro que me pregunta -¿Hola, que haces?-, le respondí irónicamente que esperaba el tiempo, sonrío y espeto con voz de ultratumba etílica
me llamo Janis, -¡ala que bien como Janis Joplin!- le respondí,
-Ven que te voy a presentar a mi amiga Telma-
Me acerque a su amiga y nos presento, Telma era una chica de pelo moreno, más corto, de estatura media con dulces mofletes y bonita sonrisa.
Por mi parte os voy a presentar al incendiario Ramón de Campoamor y Látex Profundo, nombre artístico bautizado en sangre y alcohol de barra de bar, A Telma le chocó casi ipsofacto Ramón, los dos tienen alma de padres protegiendo a casos de la naturaleza como éramos esa noche Janis y yo, Mientras estábamos charlando y vociferando a la luna a ver quien de los dos rugía más fuerte de los dos, Janis me ofreció su cerveza, en un visto y no visto me la calce en la garganta, Alá tío que rápido!- me exclamo, me reí y le pregunte -¿no ira tu alma en la botella?- a lo que me respondió - Pues si tío, esta noche si que va-, -pues vamos a ver lo alto que vuela- la lance al aire y pego en el cristal delantero de un coche y cayo rodando hasta el otro lado del coche, Janis se fue corriendo hasta cogerla y la lanzo contra el suelo estallando en mil trozos.
-te has quedado sin alma, ¿ahora que harás?, -Pues muy sencillo, comprare otra- me respondió riendo como una hiena, -¡no sabes que soy la reencarnación de Joplin! me exclamo, - bien yo soy un diablillo y mas que tu alma, me interesa tu cuerpo inocente vestido de rojo inmaculado- Ramón me miro ante la mirada atónita de Telma y estallo en una carcajada. - Eres un animal del sotobosque- me dijo aun riendo, Telma estaba en otro planeta entre la conversación de sábado por la noche de Ramón y los delirios etílicos de Janis y mías, la naturaleza de las cosas a veces son controvertidas y tan agudas como una noche inesperada, Mientras charlábamos y usábamos el morro del coche de Ramón como tobogán, se acerco un personaje a interesase por el estado de gracia de Telma y Janis, - ¡Hola chicas os venís conmigo!, el intercepto este no savia que se había topado con Ramón de Campoamor y con El Pequeño Diablo, me pareció curioso ver el poder de las palabras y el arte espontáneo que sale de una noche corriente. al oír aquello le dije - de verdad te duele, dime que te duele, acaso te duele-
El chico se quedo perplejo, se dirigió a su coche sin mediar palabra y se marcho, había arrancado la risa de todos los presentes, la libertad de palabra es un arma aguda. Janis se acerco a mi y me abrazo, estuvimos un rato abrazados y al rato Telma dijo - hey vamos a cambiar de sitio-. El coche de Ramón estaba lleno de paneles y no cabía ni un alfiler, Ramón se acerco a mi y me dijo, vamos a gastarles una broma, -diles que el coche esta lleno de paneles-, me acerque a Telma y le dije -¡sabes que el coche esta lleno de paneles!, ella me contesto -si no veo lo que son no subo al coche-, Ramón y yo estábamos riendo por lo bajito, le enseño Ramón un panel y se quedo mas tranquila. -hay que ver lo inocente que eres Telma- ella sonrío y subió la primera al coche, luego subió como podía Janis, ya que iba bajo los efectos de los duendes nocturnos. Las chicas querían ir al Barrio del Carmen, yo también, pero Ramón trabajaba al dia siguiente, En el coche camino al Carmen Ramón puso música setentera para la ocasión, bajamos las ventanillas del coche pese al frío, y nos pusimos a saludar a todo el mundo que pasaba por las calles hacia nuestro destino. llegamos a la plaza del ayuntamiento y las dejamos hay con tristeza ya que pasaban por un bar cercano, nos despedimos hasta otra vez que la luna nos reuniera, bajaron las dos del coche y janis se apoyaba por las paredes de la calle, sentí un pequeño vacío en la despedida, desde el coche las acompañábamos un trocito más, seguimos recto ya para irnos al barrio, y Ramón me dijo -oye porque no damos la vuelta a ver si las vemos- respondí afirmativamente y dimos la vuelta, Buscamos por las callejuelas para ver si las encontrábamos, pero ya no había rastro, torcimos por una calle y casi al final de la calle, había un trozo en obras con unos separadores de plástico, al llegar al final de la calle alguien colocó separadores en la calzada cortando el trafico, baje y retire un separador para poder pasar con el coche, al subir le dije a Ramón -Janis ha pasado por aquí-.

Una Vision de Amistad

Un amigo es quien te da la libertad absoluta de expresión.

Cenando Entre Huerfanos

Hace unos días me invitaron a una fiesta, en el barrio de Ruzafa, allí antes de llegar me di una pequeña vuelta para otear como avanzaba el barrio. Ha cambiado bastante desde mi ultima visita por el entorno, actualmente abunda el restaurante aséptico y de diseño, los "clásicos" del barrio van desapareciendo del mapa, tristemente abducidos por las modas y las gentes que los frecuentan. habíamos quedado en El Marchante, un lugarcillo de bocadillos y tapas como las de antes, sin esencias de mandarina, ni platitos de tacita de café. hacia mucho tiempo que no veía a los organizadores de la fiesta ni a mis viejos amigos de antaño. Llegue al lugar después de la pequeña ruta, y algunos de los sentados en las mesas dispuestas para la cena, parecía que hubieran visto un fantasma, los saludos fueron de lo más corriente y vulgarmente fríos, no se notaba ni esencia ni calidez en el instante. Nada ha cambiado realmente desde mis ultimas visitas, la evolución de las especies quedo estancada desde que los vi por ultima vez, siempre quedan recuerdos gratos en el tintero y emociones pasadas. Vi las mismas callejuelas y los mismos sitios de siempre, la misma mezquindad de siempre. Interiormente me dio pena observar como la gente que aprecias va cayendo en un mar de comodidad sin sentido ni emoción alguna, las conversaciones están a medio camino entre lo kafkiano y lo freack bizarro, es una pena. Réquiem por ellos.

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Medusa

No mires atrás y recorre el mundo, visita los grandes puertos marítimos, en ellos encontraras las divas de los mares.
Ganaras en libertad y emociones, hay tanto que recorrer, diversiones por doquier esperan en los puertos marítimos, tienes tantas para elegir, no te quedes solo con una, la vida es muy hermosa para complicarte con cual "Medusa", te atrapara y serás el esclavo de sus vagas emociones. Sigue viajando, el placer reside hay, barrios míticos y oscuras callejuelas, el mundo esta lleno de superhombres fanfarrones y canallas, ellos no te darán ninguna moneda para viajar por los puertos, elige bien, ya que hay variedad de perras callejeras y todas ellas con un mismo fin, satisfacerte hasta en tus mas oscuros deseos carnales, la música en las callejuelas no cesa, sigue buscando. El barrio chino esta a la vuelta de la esquina, sigue buscando, esta muy cerca ya. Una entre todas te esta esperando, buscala y no ceses en el empeño. La chica de los dedos de oro estará hay.

El Niño Terrible (2)

»Veía todo el decorado de que, en espíritu, se rodeaba: vestiduras, paños, muebles; yo le prestaba armas, otro rostro. Veía todo aquello que lo emocionaba, tal como él habría querido crearlo para sí. Cuando me parecía tener el espíritu inerte, lo seguía, yo, en actos extraños y complicados, lejos, buenos o malos; estaba segura de que jamás penetraría en su mundo. Junto a su amado cuerpo dormido, cuántas horas nocturnas he velado, preguntándome por qué desearía tanto evadirse de la realidad. Nunca hombre alguno formuló un voto semejante. Yo admitía, —sin temer por él, — que podía suponer un serio peligro dentro de la sociedad. — ¿Tiene tal vez secretos para cambiar la vida? No, tan sólo está buscándolos, me replicaba yo. Por último, su caridad está embrujada, y yo soy su prisionera. Ninguna otra alma tendría fuerza bastante — ¡fuerza de la desesperación! — para soportarla — para ser protegida y amada por él. Por otra parte, no me lo figuraba con otra alma: se ve el Ángel propio, nunca el Ángel ajeno, — me parece. Estaba yo en su alma como en un palacio que han vaciado para no ver a alguien tan poco noble como tú: eso es todo. ¡Ay! Dependía en mucho de él. Pero ¿qué quería de mi existencia apagada y cobarde? ¡No me hacía mejor, no haciéndome morir! Tristemente despechada, le dije a veces: “Te comprendo”. Y él se encogía de hombros. »Así, renovándose sin cesar mi sufrimiento, y hallándome más perdida a mis ojos, — como a todos los ojos que habrían querido mirarme, si no hubiese estado condenada para siempre al olvido de todos, — tenía cada vez más hambre de su bondad. Con sus besos y sus abrazos amigos, era en verdad el cielo, un cielo lóbrego, en el que entraba, en el que me habría gustado que me abandonase, pobre, sorda, muda, ciega. Me iba ya acostumbrando. Veía en nosotros dos niños buenos, con permiso para pasearse por el Paraíso de la tristeza. Nos concertábamos. Muy conmovidos, trabajábamos juntos. Pero, tras una penetrante caricia, él decía: “¡Qué divertido te parecerá, cuando yo ya no esté, esto por lo que has pasado! Cuando no tengas ya mis brazos bajo el cuello, ni mi corazón para en él descansar, ni esta boca en tus ojos. Pues habré de marcharme, muy lejos, un día. Además, he de ayudar a otros, es mi deber. Aunque no resulte muy deleitable..., alma querida...” De inmediato me representaba a mí misma, habiéndose marchado él, presa del vértigo, precipitada en la más espantable de las sombras: en la muerte. Le hacía prometer que no me abandonaría. Veinte veces la hizo, tal promesa de amante. Era tan frívolo como yo al decirle: “Te comprendo.” »¡Ah! Nunca he sentido celos por su causa. No va a abandonarme, me parece. ¿Qué sería de él? No tiene conocimiento alguno, nunca trabajará. Quiere vivir sonámbulo. Su bondad y su caridad, por sí solas, ¿le darán derechos en el mundo real? A ratos, olvido la piedad en que he caído: él me hará fuerte, viajaremos, cazaremos en los desiertos, dormiremos en las calles empedradas de ciudades desconocidas, sin cuidados, sin sufrimientos. O me despertaré, y las leyes y las costumbres habrán cambiado —gracias a su poder mágico, — el mundo, siendo el mismo, me dejará con mis deseos, mis alegrías, mis despreocupaciones. ¡Oh! La vida aventurera existente en los libros infantiles, en recompensa, porque he sufrido tanto, ¿me la regalarás tú? No puede. Ignoro su ideal. Me ha dicho que tiene pesares, esperanzas: cosas que al parecer no me conciernen. ¿Es a Dios a quien habla? Tal vez debería yo dirigirme a Dios. Estoy en lo más profundo del abismo, y ya no sé rezar. » “¿Ves a ese joven elegante que entra en la mansión bella y tranquila? Se llama Duval, Dufour, Armand, Maurice, qué sé yo. Una mujer se ofrendó a la tarea de amar a ese perverso idiota: está muerta, es sin duda una santa del cielo, ahora. Tú me harás morir como él hizo morir a esa mujer. Tal es nuestro destino, el de nosotros, los corazones caritativos...” ¡Ay! Había días en que todos los hombres, al actuar, le parecían juguete de delirios grotescos: reía espantosamente, largo rato. — Luego volvía a sus maneras de madre joven, de hermana amada. Si fuera menos salvaje, ¡estaríamos salvados! Mas también su dulzura es mortal. Le estoy sometida. — ¡Ah! ¡Soy necia! »Un día tal vez desaparezca maravillosamente; pero tengo que saberlo, si ha de subir a un cielo, ¡quiero ver con mis ojos la asunción de mi amiguito!» ¡Qué pareja!


Para "T" Con cariño, o mejor dicho "Sachita".

Rimbaud


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el niño terrible (1)

Hoy pongo una poesia de un mito de la poesia, un rebelde perdido en sus poesias y ahogado en sus noches. Niño eras grande! -Arthur Rimbaud -



El Esposo Infernal

Oigamos la confesión de un compañero de infierno. «Oh divino Esposo, Dueño mío, no rechaces la confesión de la más triste de tus siervas. Estoy perdida. Estoy borracha. Estoy impura. ¡Qué vida! »Perdón, divino Señor, ¡perdón! ¡Ah! ¡Perdón! ¡Qué de lágrimas! ¡Y qué de lágrimas aún, más adelante, espero! »Más adelante ¡conoceré al divino Esposo! Nací sometida a Él. — ¡Ya puede pegarme el otro ahora! ¡Oh amigas mías!... no, no amigas mías... Nunca delirios ni torturas semejantes... ¡Qué tontería! »¡Ah! ¡Estoy sufriendo, grito! Estoy sufriendo de verdad. Todo, no obstante, me está permitido, cargada con el desprecio de los más despreciables corazones. »En fin, hagamos esta confidencia, aun a riesgo de tener que repetirla otras veinte veces, — ¡igual de tétrica, igual de insignificante! »Soy esclava del Esposo infernal, del que perdió a las vírgenes necias. Es ése, y no otro demonio. No es ningún espectro, no es ningún fantasma. Pero a mí, que he perdido la prudencia, que estoy condenada y muerta para el mundo — ¡nadie me matará!— ¿Cómo describíroslo? Ya ni siquiera sé hablar. Estoy de luto, lloro, tengo miedo. Un poco de frescor, señor, si no te importa, ¡si te parece bien! »Soy viuda... — Era viuda... — Sí, sí, antes era muy seria, ¡y no nací para acabar en esqueleto!... — Él era casi un niño... Me habían seducido sus misteriosas delicadezas. Olvidé todas mis obligaciones humanas para seguirlo. ¡Qué vida! La auténtica vida está ausente. No estamos en el mundo. Voy adonde él va, así ha de ser. Y a menudo se enfada conmigo, pobre almita. ¡El demonio! — Es un demonio, sabéis, no es un hombre. »Dice: “No me gustan las mujeres. Hay que volver a inventar el amor, ya se sabe. Las mujeres ya no alcanzan a desear más que una situación asegurada. Una vez ganada esta situación, el corazón y la belleza se dejan de lado; no queda sino frío desdén, alimento del matrimonio, hoy en día. O bien veo mujeres con las señales de la dicha; de ellas habría podido hacer buenas amigas, si no las hubiera devorado antes algún bruto con sensibilidad de hoguera...” »Y yo lo oigo cómo hace de la infamia gloria, de la crueldad encanto. “Soy de raza lejana: mis antepasados eran escandinavos: se perforaban las costillas, se bebían su propia sangre. — Yo me haré cortaduras por todo el cuerpo, me tatuaré, quedaré más repugnante que un mongol; ya verás, aullaré por las calles. Quiero enloquecer de rabia, por completo. Nunca me enseñes joyas, o me arrastraré y me revolcaré por las alfombras. Mi riqueza la quiero manchada de sangre, por todas partes. Jamás trabajaré...” Muchas noches, habiéndome poseído su demonio, ambos rodábamos por el suelo, ¡yo luchaba con él! — Por las noches suele apostarse, borracho, en las calles o en las casas, para asustarme mortalmente. — “Me cortarán de veras el cuello; será asqueroso.” ¡Oh! ¡Esos días en que gusta de andar con un aire de crimen! »A veces habla, en una especie de jerga enternecida, de la muerte que obliga a arrepentirse, de los desdichados que ciertamente hay, de los trabajos fatigosos, de las separaciones que desgarran el corazón. En los tugurios donde nos emborrachábamos, lloraba al considerar a quienes nos rodeaban, rebaño de la miseria. Levantaba del suelo a los borrachos, en las calles negras. Sentía por los niños la compasión de una mala madre. — Se marchaba con ternuras de niña de catequesis. — Fingía estar al corriente de todo: comercio, arte, medicina. — Yo lo seguía, ¡así ha de ser!.



Mañana la 2ª parte del relato.

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La Bruja del Este

Fue una noche de verano cuando todo sucedió. Don Ricardo se marchaba de vacaciones con sus padres a un tranquilo pueblo marítimo, en la casa donde estaban de vacaciones tenían una chica joven que cuidaba del pequeño Ricardo cuando sus padres se ausentaban durante un rato. Una noche los padres de Ricardo se marcharon al cine y dejaron a Isthar con Ricardo, tardarían un par de horas. En ese espacio de tiempo Ricardo correteaba por la casa, buscando la complicidad de Isthar para jugar y corretear por la casa, lo que no savia Ricardo eran las intenciones de Isthar esa noche. Cansado de tanto correr Ricardo se sentó en el sillón del comedor y puso la televisión, Pero Isthar le dijo que ya era muy tarde y se tenia que acostar. Ricardo le dijo que no tenia sueño y se recostó en el amplio sillón a la luz de la pequeña lampara de cerámica cuya forma es la de la diosa Venus. Isthar le repitió que se tenia que acostar ya que su madre se lo había pedido antes. Ricardo accedió y se fue al cuarto, se quito la ropa, se cambio y se acostó, al poco entro en el cuarto Isthar con dos velas encendidas, una en cada mano, se acerco al antiguo escritorio que había en el cuarto y dejo una vela en el, con otra vela se acerco despacio a la cama de Ricardo, se acostó a su lado y dejo la otra vela en la mesita de noche. Isthar descubrió las sabanas, se arrodillo frente a Ricardo y le dijo.
- Vamos a jugar jugar un rato a un juego nuevo, ¿te apetece Ricardo? - le pregunta Isthar.
-¡No me terminas de decir que es muy tarde para jugar! - Exclama Ricardo.
- ¿Quitate la ropa y jugaremos a un juego nuevo Ricardo! - Exclama Isthar.
Ricardo accedió y se quito la parte de arriba del pijama sin comprender para que, debido a su corta edad.
Isthar le dijo quitate también la parte de debajo del pijama
- ¡desnudate cariño! le dijo Isthar,
- No quiero quitarme la parte de debajo, le respondió Ricardo
-Tranquilo cielo, ¿confía en mi, yo te lo quitare!
Isthar comenzó a besar el torso desnudo de Ricardo, cada vez bajaba más y más, cogió suavemente con sus dientes el borde del pantalón y comenzó a bajarlos, Ricardo no comprendía ni entendía lo que hacia isthar, termino de desnudar a Ricardo y le dijo suavemente.
-¡Te voy a enseñar cosas nuevas cariño!
-Ricardo le respondió ¿Que cosas me vas a enseñar?
-Estate tranquilo y confía en mi le respondió Isthar.
De pronto se tumbo encima de el y le comenzó a besar en el cuello, le besaba el torso y le preguntaba si le gustaba, Ricardo respondía un "si" entre nervioso y cómplice, pensaba que era un juego "prohibido", un juego de mayores. Isthar seguía besando el torso y el cuello, empezó a bajar lentamente hasta introducir su pequeño pene en su boca, comenzaba a chuparlo y besarlo, se giro se tumbo y le dijo
-Ponte encima de mi Ricardo
-¿encima como? le pregunto Ricardo, Ella le respondió
-como estoy yo, tu igual pero encima de mi,
Ricardo se puso encima de ella, ¿que hago ahora? le pregunto Ricardo
- ¿Te gustan mis pechos? le pregunto Isthar, besame los pechos le dijo histar
Ricardo comenzó a besarlos durante un rato, la única luz que se veía era la de las velas y el reflejo de la luna llena en la ventana del cuarto.
- recuestate sobre mi lado, le dijo Isthar a Ricardo
el se recostó, Isthar se puso encima de Ricardo de nuevo y comenzó a jugar con su pene.
- ¿Te esta gustando el juego Ricardo?, le pregunto Istar
- Me gusta, pero es extraño le respondió el,
- ¡Todo esta a punto de empezar!, le exclamo Isthar.
Al decirle la frase, intentaba meter el pene de Ricardo en su concha, no lo conseguía, pero insistía, cabalgaba sobre Ricardo a la luz de las velas.
-¿Que estas haciendo Isthar?, le pregunto Ricardo,
-¡jugar! le respondió Isthar.
Al rato ceso de cabalgar sobre el, se incorporo de la cama, cogió la vela de mesilla de noche y se dirigió a la ventana.
Abrió las puertas de las ventanas, miro a la luna y comenzó a declamar u orar unos textos o frases en un idioma extraño, un idioma que no había escuchado nunca el pequeño Ricardo, oraba los textos justo al este, a la posición desde donde era visible la luna llena en ese instante. Termino las extrañas frases y se dirigió a Ricardo, comenzó a mover las velas en movimientos circulares al rededor de Ricardo.
- Incorporate un poco, le dijo Isthar a Ricardo.
El accedió, y siguió Isthar con el movimiento circular y otros más extraños, la cera caía en las sabanas de la cama, y alguna gota por el pecho de Ricardo, ella seguía con las velas, como si el tiempo se hubiera detenido esos instantes, todo era extraño y confuso para Ricardo.
- Sabes guardar un secreto, le dijo Isthar a Ricardo, a lo que el respondió un "si" con voz temblorosa.
-Este va a ser nuestro secreto, ¿no se lo digas a nadie!, exclamaba Isthar
-No, no se lo diré a nadie, le respondió Ricardo.
Al poco entraron en la casa Los padres de Ricardo, Su madre entro al cuarto a verle, Ricardo fingía dormir, cuando escucho que Isthar se despedía por ese dia de sus padres, Ricardo se levanto de la cama y se fue al cuarto de baño donde estaba u madre.
- Que haces despierto hijo, no te puedes dormir exclamo la madre,
- Te tengo que contar una cosa que me ha pasado antes mama, le dijo Ricardo a su madre.
- Dime hijo, que quieres contarme.
Ricardo le contó a su madre lo que le había pasado con Isthar esa noche,
- Que imaginación tienes hijo, le dijo su madre
- Ves y mira las sabanas y veras cera en ellas le dijo.
La madre entro a su cuarto, encendió la luz, miro las sabanas y le dijo
- que hacías jugando tu con velas
- yo nada mama, le respondió
- Acuestate y mañana hablaremos tu y yo, le dijo su madre
- Mama ha sido Isthar, se reafirmaba Ricardo.
- Acuestate y hablaremos mañana, le respondió de nuevo su madre.
La conversación a la mañana siguiente fue, ¿hijo no quiero que nunca mas vuelvas a jugar con velas y menos encima de tu cama! exclamaba su madre. La cara de incredulidad de Ricardo era para verla, no se podía creer que su madre no lo creyese en ese instante y pensase que era fantasía todo o una chiquillada. Todo el suceso quedo en el baúl de los recuerdos de Ricardo, el ritual comenzó un dia y morirá con Ricardo y la bruja del Este.
Me alegra observar que la familia crece, que en unos pocos días que puse este horroroso contador vais entrando a visitar el blog. Es una satisfacción ver a los que lo visitáis, seria para mi un placer si alguien tiene alguna historia que contarme, alguna historia feliz o tristemente infeliz, me encantan las historias, tienen tantos posibles finales como escondites el Minotauro. Hoy seguramente o no, pondré una historia titulada la Bruja del Este, no se me ocurría un titulo mejor para alguien que declamaba hacia ese punto cardinal, quizás luego continúe con un nuevo personaje, el "Rey Camaleón" un personaje que hará las delicias de aquellos que imaginan sus fantasías hechas realidad durante un corto espacio de tiempo, pasión, sexo, locura, espacio y tiempo convergerán en un espacio de tiempo infinito. Zadock más adelante. Un saludo a todos
Proximamente cambiare el diseño del blog, tanto circulo me aburre ya, puede ser un blanco inmaculado o algo mas sesentero, ya veremos. Si teneis alguna proposición por indecente que sea la vere. Un saludo a todos

El Tren de Medianoche

Eran las 10 y 30 de la noche , cuando me disponía a subir al tren. Después de pasar un par de vagones y dejar la chaqueta, me senté lo más cómodo que pude en lo incomodo del asiento. Dejando volar la mente durante un rato me dirigí al bar de uno de los vagones, había bastante gente charlando y otros tomando alguna cosa. Me senté en una de las sillas y pedí algo para comer, al fondo de la pequeña barra había una chica de ojos claros, yo la miraba con el reflejo de los cristales mientras cenaba, era la chica más atractiva que vi desde hace tiempo. Era morena con el pelo algo rizado, ojos claros. Sus ojos me hicieron que me perdiera en su retina durante unos segundos, al rato termine de cenar y me acerque para preguntarle hacia donde se dirigía, me respondió que estaba de viaje de placer. Me llamo Ricardo, mucho gusto, yo me llamo Judith lo mismo digo. ¿Viajas mucho? me preguntó, intento viajar todo lo que puedo, viajar siempre te aporta cosas nuevas le respondí. A mi me gusta viajar de noche, veo el reflejo de las caras en los cristales y cuando hay luna como hoy mucho más. Es curioso le respondí, hace un momento estaba yo haciendo lo mismo y viendo a través de ellos me encontré con una cara dulce y amable, en ese momento me acerque a ti. Veo que te gusta la luna y eres observador entre bambalinas como yo. ¡Que puedo decirte! eres bonita como ella, ¿pero no serás tan fría como ella?, eso es algo que no debo de responder yo me dijo, el tren pasaba por montañas y por túneles, la luz iba y venia, el reflejo de las caras aparecía y desaparecía mientras yo le susurraba al oído "creo que eres dulce y fría como la pálida luna", me miro cómplice y me susurro, " pienso que eres un candente soñador" me reí suavemente y le dije ¡ a primera vista me has reconocido!, puse cara consciente de incredulidad para ver su reacción, te lo he notado me dijo, bueno intento mostrar la cara más amable, se río y me contesto tienes una sonrisa de pícaro muy bonita mientras seguía riendo. Tomamos una ultima copa le dije, me respondió que si, mientras el tren subía por lo alto de una gran montaña donde la luna se observaba en todo su esplendor, nos sirvieron dos copas y continuamos hablando un rato. Ya terminando las copas me dijo, ¡realmente te parecí antes fría!, le conteste que si, ¡aun te lo parezco! sonreí y le conteste que ya no tanto, ¡pero aun queda mucha noche para saberlo! sonrío tímidamente y me dijo sonriendo, ¿estas ligando conmigo?, yo sonreí y le dije !hay alguna norma que me lo impida!. Me miro a los ojos y me dijo, soñador y rebelde por lo que veo, pero te las puedes saltar esta noche. Le dije qué quieres que sea para ti esta noche, un domador de fieras, un escupefuegos o el rey camaleón, volvió a sonreír y me dijo, eres muy ingenioso tu, tienes chispa, ¡me gusta!, lo de fieras no me va, el escupefuegos me da miedo, me quedo con el rey camaleón pienso que es más apropiado para ti, a que adivino que lo de camaleón es por ser como a los demás les gustaría que fueras un rato, genio, bufón, soñador y artífice de grandes momentos, me equivoco me dijo. En absoluto Judith, no te equivocas "pequeña gran observadora" me sorprendes gratamente le dije, así es, camino entre fantasmas en un mundo de muertos le conteste, rasgos de genialidad a ratos, bufón bastante, si no me río de la vida ella me comerá, en fin la vida es extraña, llueve sobre árido. Bueno creo que el turno es mío, ¡reina de la media noche! le exclame, tu también eres picara pero lo ocultas muy mal, tu sonrisa no me engaña, tienes una sonrisa inmaculada y unos ojos que me invitan a soñar con una candente habitación de tren mientras nos deslizamos por la estrechez del lugar. Su mirada se confundía con el reflejo de la luna, se levanto de la butaca me miro sonrío y exclamo !me acompañas a un lugar con vistas a la luna!, me levante suavemente de la butaca, cogí la chaqueta y nos dirigimos por uno de los pasillos del tren hacia su habitación. abrió la habitación, entramos al pequeño habitáculo, cerro la puerta y en el estrecho pasillo frente a la ventana, nos miramos y nos besamos, pensando en lo mágico del momento, la luna presente como único observador la noche, el movimiento del tren era más suave, nos movía como un alga arrastrada por las olas del mar, ella era suave, estaba ligeramente perfumada en el cuello. Me equivoque al decirte que eras fría como la luna, eres cálida como el sol y dulce como el otoño, ella me respondió ¡mañana estarás a mi lado!, yo le respondí mañana estará el reflejo de la luna.

Circulo de Fuego


Circulo de Fuego, originally uploaded by korner.

No admito publicidad en mi blog/I do not admit publicity on my blog.

La Celebracion del Rey

Cuando todo termine danzaremos sobre la tumba, ¿lo celebraremos? será un dia de alegría para quienes lo vivimos. Bailaremos en la oscuridad sin ojos extraños que no comprendan lo que ha terminado. Cambiaremos las lagrimas por una botella de ron, ron oscuro y negro. Vamos a vivir de nuevo, vamos a reír como nunca lo hemos echo antes, lo vamos a celebrar, Mientras vamos a esperar que termine, y que llegue pronto. Hay demasiada oscuridad alrededor de quien nunca debió ver nacer el dia ni el sol. Roguemos porque nuestras almas vuelvan un dia a sonreír, he mirado tantas veces en mi interior, tantas veces he mirado en el interior de mi cerebro y me he vuelto tantas veces "loco". En mis sueños se me aparece su final, el deseo pasa al inconsciente con otros rostros y cuerpos, pero la esencia la noto a kilómetros de donde estoy. Con esto se transmite la angustia, una angustia que cae como un torrente asolador que no transmite ninguna esperanza, solo caos donde el caos es el rey. El rey de la montaña y de los habitantes que pueblan sus dominios, la esclavitud reina en el subconsciente y en la noche de las serpientes, muerte al rey, terminemos el circulo que nunca debió de comenzar. El es el hombre, el rey, bajo un manto de terror, terror oculto bajo las palabras, símbolo de fuerza y poder. Vamos a celebrar donde el pantano lleva al mar su final. Las serpientes danzaran y se enredaran en una interminable copula sobre una espada, lo celebraremos entrando al otro lado viendo un manto de estrellas y fuego.

Alicia y la perdida de Dios

Por las mañanas todo se complica, el mundo se mueve deprisa, la angustia crece al no ver la redención de los pecados de un pasado latente.
El dolor y la perdida se hacen latentes, ¿os gusta el dolor? ingenuos que sabréis vosotros de la perdida de la emoción y el desengaño, la ausencia y la tristeza. Preguntemos a Dios porque una niña de 16 años pierde al único ser que le queda, su madre, esa madre que ya nunca le dará calor.
Deberíamos buscar la llave de nuestra felicidad, esa llave que todos llevamos dentro y que esta en un laberinto como el de Alicia y el conejo, Subamos a una mesa alrededor de nuestros amigos y preguntemos por Alicia, ¡habrá nacido de nuevo el señor Carroll!, pienso que no, busquemos la llave que cada uno lleva en su interior, la clave de todo esta hay, en el laberinto encontraremos de todo, monstruos, pesadillas, lagos de colores, pero la clave es encontrarla. No busquemos a dios, solo a nosotros mismos, lo que de verdad somos, la energía que perdemos en batallas de papel, la clave esta en esa llave que nos habría la puerta del otro lado, esa llave tan mágica como oscura. La búsqueda ha comenzado en nuestro interior, busquemos.

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Dioniso y la Luna

Si dioniso viera la luna quedaría prendado de ella, si supiera su nombre lo embriagaría, si la abrazase moriría.

Numero 877456324

Resulta todo tan extraño, tan absurdo, las mañanas se cubren de un denso halo maquinal.
Todo es maquinal, nos convertimos en pequeñas maquinitas que van y vienen por callejones casi programados. La codicia y la soberbia se vuelven algo tan común como un helado de vainilla, la larga grandeza del ser y existir se torna tan macabro, tan oscuro, tan frío. Existir verdaderamente es de valientes, lo que no haga sufrir es tan mínimo. Al final solo recordaremos momentos de felicidad y nos iremos como hemos entrado. La luz que veremos será la que una vez vimos al nacer.

La Rebelión de la Perversión

Podriamos estar tan bien juntos, estariamos muy bien chica, realmente podriamos, si podriamos, se que podriamos.

Te dire bellas mentiras, te dire crueles mentiras, te dire mentiras.

Crearemos un mundo imaginario que vamos a inventar tu y yo, un mundo de reyes y princesas, un mundo de revolución, un mundo de lujuria.

Un mundo sin lamentos ni murallas, iniciativa, invención, invitación, creatividad.

Tan bien, muy bien juntos, si, podriamos, se que podriamos.

Te dire bellas mentiras, te dire crueles mentiras, te dire mentiras.

Tu espera sera recompensada con la luz del dia y la llama de la noche, El mundo girara y girara alrededor de la imaginación la revolución y la lujuria.

El Espejo

Al mirarnos en el espejo todos los días que esperamos encontrar, la verdad muchas veces duele tanto como un puñal. Muchas veces miramos más la figura que el rostro en si, buscando detalles que nos hagan más felices o simplemente que nos hundan en una mísera mañana. ¿Espejito espejito tu que eres tan sabio, que ves en mi interior que yo no veo en mi exterior?. Realmente la felicidad de mucha gente reside en un estúpido espejo, ala fin y a la postre buscan la mentira tanto como creen que se aman a si mismos. ¿Dulce espejito donde residirá esa felicidad añorada a golpe de talonario que tanto estoy buscando?. El espejo acabo tan harto que se quebró
Ya se va acercando el final de Zadock, o quizas seguira?. Un saludo a todos

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Sueños Incendiarios

No penséis por el titulo en ningún sueño erótico festivo, ni en ninguna pequeña diablesa que me ha acompañado esta noche en algún sueño.
Simplemente me acordado esta noche de unos buenos amigos que compartimos muchos dias de alegría y noches de rock&roll, eran Jordi, Suso, Agui con su gorra jajajaja!, El gato, Capi, Nachete, etc. Que buenos años pasamos juntos en el pueblo. Ya iré contando alguna anécdota en algún post que pondré más. Esto va dedicado a todos ellos y a los que estuvieron. gracias a todos ellos por esos años juntos.

Don Ricardo Tempus Don Ricardo

Hoy os muestro la cara de un buen amigo, Don Ricardo en todo su esplendor, Un señor que como veis no gozo precisamente de fealdad. Aunque eso va a gustos de cada cual, las caras cambian con el tiempo. Esculpid una escultura de arena y el viento se la llevara, un dia me decía que tuvo varias novias y que era bien recibido en el circulo femenino, pero el pasar del tiempo es algo que solo los dioses eternos y míticos controlan, como en las grandes epopeyas. Ningún rostro es de mármol pulido, y los que lo son, sufren el quehacer del tiempo y las civilizaciones.

Don Ricardo


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Recuerdos e Ilusiones - Charla con Don Ricardo

Esta tarde me he sentado en un café con Don Ricardo, cada vez me son más amenas y embriagadoras las charlas con el. Lastima que haga tanto calor en esta ciudad, los dos cafés y las dos aguas que hemos pedido tenían una considerable cantidad de hielo para poder soportar este tormento de clima. Estábamos hablando del clima lo que ha cambiado, un poco de arte, un poco de la vida de cada uno, un poco de todo y sobre todo de ilusión. La ilusión la define cada uno en el tiempo que le interesa, puede ser futuro, presente o el recuerdo de una ilusión. Y de recuerdos precisamente no se debe vivir, pero albergan la ilusión necesaria para afrontar el futuro, precisamente los individuos buscan el pasado y sus recuerdos para comprender el futuro. Así define Don Ricardo el pasado, Todos tenemos ilusiones y proyectos que cumplir, ¡pero que haríamos sin recuerdos! me decía Don Ricardo, seria como vivir sin vivir. Hay esta todo lo que hemos vivido y la gente que hemos conocido, los buenos y los malos momentos, todo nos ha aportado algo, madres, padres, novias, novios, amigos, amigas, etc. Todos luchamos por una causa, prosperar en esta vida, salir hacia adelante y crear un mundo acorde a nuestras necesidades. Ya hay bastante hipocresía y gente con la sonrisa larga y la navaja corta como para decaer y desfallecer en el intento. Los recuerdos nos tienen que servir para no cometer los mismos errores una y otra vez, y saber discernir la gente que puede entrar en nuestros recuerdos y la que no. Como siempre sabio Don Ricardo.

Alba


alba, originally uploaded by korner.

Mañana la segunda parte de la Caja de Pandora, Más adelante seguire con la vida de Don Ricardo, El final de Zadock y alguna variedad más que voy a incluir.

La caja de Pandora(Part1)- una noche en el Pinball

Era si no me acuerdo mal una noche de primavera-verano cuando un grupo de cinco o seis tios vagábamos por el barrio del Carmen en Valencia, serian sobre las 2 de la madrugada cuando ya hartos de tanto bailar, mirar chicas y beber el grupo capitaneado por el inefable Francesc y vamos a dejarlo en lo que un dia actual se rebautizo como el pequeño diablo antes llamado.... entramos a un garito siempre lleno de gente muy diversa pero sobre todo gente que le gusta la música de los 60 y 70 entramos al Pinball dispuestos a dejarnos llevar por el Hada Verde, la señorita Absenta digase en términos más familiares. Una vez dentro nos dirigimos al centro del local donde ya teníamos nuestro sitio estratégico donde pasaban todas y cada una de las presentes, y nos divertíamos bailando y riendo. Nos dirigimos a la barra a por unos chupitos de absenta para que nos diera fuerzas para acabar la noche, Francesc y yo brindamos como siempre como buenos amigos que éramos. El local al cabo del rato se estaba despejando del agobio de gente y podíamos ver mejor las caras de la gente. En el escalón de la pequeña plataforma con dos mesas habían sentadas tres chicas, al rato nos pusimos a hablar con ellas, destacaba para mi gusto una sobre las tres, me dispuse a hablar con ella, nos preguntamos los nombres, lo que estudiábamos, yo le dije que estaba estudiando.... y ella me dijo que estaba estudiando historia del arte, que tocaba la dolçaina en los pueblos. Se levanto y la mire, la invite a tomar algo y la magia surgió, ojalá a vosotros os pase algún dia lo que me paso a mi esa noche, nos escondíamos detrás de las columnas del local besandonos entre ellas, éramos como serpientes esa noche, todo era distinto, los colores de las luces iban y venían se posaban en nuestras caras, fauno bailo esa noche en ese local, la felicidad me invadía por todas partes. Sabia que ella iba a ser alguien muy especial en mi vida como así sucedió, la noche eran contorneos y contorneos fruto de la absenta y de sus ojos, después de tantos años aun los veo de vez en cuando. Salimos del local una hora y media después o cosa así, cogidos los dos el uno del otro porque aparte de lo que sucedió si no me voy al suelo. Nos dimos los teléfonos y al dia siguiente le dije de quedar en la plaza de toros por la tarde, y allí se presento, tan radiante como una mañana y dulce como la miel. Que buenos momentos pase junto a ella, malos también, como en todo hay calor y frío. Quizás la piedra que yo me negaba a entender era "no tenemos nada en común pero te quiero", buscaba mil cosas para acercarme a ese casi sectario mundo que es el musical, pero no di con la formula adecuada y ya no solo a nivel musical y aunque me fui con otra chica, esa formula no encontrada fue mi final. En mi vida han habido tres personas cuyos nombres empiezan por A, Amparo, Alba y el tercero no lo pongo porque me pediría derechos de autor, lo siento cariño pero no te incluyo por si acaso. En los tres comenzaron las cosas muy bien, pero como bien sabéis siempre hay algo que falla, o eres tu o la otra persona. Aunque ya hace años que no la veo, siempre tendrá un lugar muy especial en mi corazón maltrecho después de tanta guerra y las flores que lo han marcado, sobretodo lo marco para bien o para mal, no no me olvido de ti tercera A, pero sabes que no hablo de ti por respeto y cariño que aún te guardo. Gracias por los tres años a tu lado. Me gustaría creer que cierta camarera de un local que voy eres tu, pero es solo el reflejo de mi subconsciente que me traiciona.

La Caja de Pandora a partir de mañana!

Mañana pondre una serie de fotos y recuerdos titulada "La Caja De Pandora", en la cual pondre una serie de fotos relacionadas con personas que marcaron un tiempo pasado y presente en mi recuerdo. También pondre unas cartas originales de una persona que fue alimento de mi fuego y esperanza de encontrar a alguien similar.

Pronto Amanecera

Oigo mi voz en la oscuridad y cuanto más la miro más lejos esta, Intento esquivar la conciencia que me dice que hay un nuevo amanecer tras la oscuridad perpetua que llevan mis ojos oscuros, evito ver a ese pequeño angel cabrón llamado..... que persigue mis inocentes y perversos juegos de alcoba. La adversidad conlleva conformarse con poco, viles sutilezas del destino cruel. Seguro que un dia amanece por fin.

Fuck It All


Fuck It All, originally uploaded by korner.

Machine Head

En una de las conversaciones de esta noche, ha salido a relucir ya ni me acuerdo como, acompañado de unos buenos amigos y al final con una dulce chica uno de los grupos imprescindibles de los 90. Machine Head, os presento su segundo disco, no podéis perdeos su BURN MY EYES!, que lastima que mi camiseta apareciera de trapos de cocina.

Incongruencias del amor

"Susurrando en voz alta en una soleada noche te digo que te quiero."

Blood in my hands


Blood in my hands, originally uploaded by korner.

La Mano Que Sangra

Veo sangrar mi mano y todo me parece tan frío, estoy paralizado por el temor, ven y matame estoy encerrado en este cuarto casi sin poder respirar. Es tu turno para jugar con mis venas, usa mi sangre y matame, estoy paralizado por el temor a ver tus ojos. La sangre fluye por la vena de mi brazo, con esa mirada me sigues matando, coge la daga y clávamela, ¿no eres un ángel? que empiece el juego, a que esperas, te ofrezco mi pecho para que lo uses a voluntad. Mi brazo sigue sangrando en este cuarto, ¡no es lo que deseas el ver mi sangre correr!. Cambia tu cara por momentos al mostrarte mi pecho abierto con la camisa rasgada por tu daga, ¿te crea placer el verme así?, acabemos el juego porque no me queda mas sangre que derramar y la desesperación se hace eco en la habitación, miro el golpear de el corazón en mi vena, mi alma se dispersa. Muerde la mano que sangra, no guardare rencor, alimentate de ella. Voy entrando en la habitación blanca, no permaneceré mucho hay, coge la daga y juguemos a ser infinitos ángel vengador. Mi corazón late y la sangre va drenando, mi cabeza va dando vueltas al mismo sentido estúpido de esta situación, alimentate de mi mano que sangra, la verdad es esa y el juego se hace excitante, toma mi pecho por primera vez y muerde la mano que sangra.

La gran ciudad

estáis durmiendo? !no oís el ruido en vuestro corazón! la ciudad esta despierta y esta esperando la presencia de todos nosotros. Es bella y elegante con sus ojos de color claro y su vestido oscuro, en ella podemos encontrar casi cualquier cosa.
En cada pequeña celdilla de sus grandes edificios encontraremos tantas historias como para escribir un libro, quizás no sea el mejor lugar para vivir, pero tiene el encanto de su frenética y robotica mañana con el desparpajo del dios sol, a la identidad oculta de los personajes de la noche. Todo tiene cabida en sus grandes avenidas y sus oscuros callejones, somos con nuestras grandezas y nuestras penurias unos jodidos privilegiados. Todo esta concentrado como la caja de Pandora en la gran ciudad, hay tanto que ver y no nos damos ni cuenta, tanta gente que conocemos y no le prestamos ni la más mínima atención. Bienvenidos al Circo De La Pequeña Ciudadela.

extrañas escenas de felicidad

El subconsciente no me engaña si las visiones son reales, es estar en una montaña donde todo son sensaciones, estará la chica que todo lo que toca lo convierte en oro tan cerca como un suspiro!. Que extraño es contemplar una misma cara y sentir lo que no querías recordar, será una mina de oro?, o será un espejo con el reflejo de un desierto y una extraña calma?. El mundo cada día se hace más patético, el mundo se convierte en una distorsión concéntrica donde la cuadratura se hace imposible y cuanto más se estrecha más aparece la paja en un campo que nunca fue del todo verde. pero siempre queda esa mirada inocente que me hace pensar y recapacitar que soy un mero mortal dentro de ellos. ojalá nunca pierda esa mirada y se lo digo con todo el corazón.



Dedicado al reflejo de un desierto.

¡Gloria!

Vamos bien, muy bien! hey chica ya sabes como me llamo?, vivo cerca de aquí, mis pies revolotean cerca de tu cintura, como estas! ha si! muy bien, me encanta, donde estudias! aja aja, muy bien! chica estudiosa del amor!, te llamas reina, Alba, Alicia, Amparo, Cristina, Merche, María, y como tantas otras. En que habitación vas a estar esta noche, llamate Gloria por mi, dame el placer de llamarte así, si muy bien , perfecto, te apetece irnos a escuchar blues y de copas. aja! si!, muy bien. Venga vamonos a la habitación donde se escuchan susurros de amor, que importa si bailamos desnudos debajo de la lluvia, no me escondo de nadie, de que te averguenzas? muestrame ese cuerpo de virgen corrupta que tanto me gusta, vamos Gloria santifiquemos delante de un altar, follemos delante del diablo y que se tape los ojos, descendamos a su guarida. Eres tan excitante, tus caderas anchas y tu cuerpo de ninfa de bosque tenebroso, es tan hermoso. Esperando a que vengan los familiares para llevarte lejos y rozar nuestros cuerpos humeantes.

Tierra Prometida

Atisbos de una sociedad oculta en la memoria, gentes perdidas en el horizonte de la conciencia, destellos de un pasado mejor. La sangre de los mártires que la derramaron en vano, mujeres con conciencia. La tierra prometida donde quedo?. Todos trabajaban para construir y mantener la tierra, montes perdidos en la visión del águila, el animal es libre y esta libre, tened hijos y mantenedlos aquí hay para todos. atraco un barco que traía nuevas ilusiones y nuevo mestizaje a las gentes del lugar, soñemos tapados a la luz de la lumbre que no hay porque preocuparse, en el granero las hijas traviesas dan rienda suelta a su lujuria victoriana con los muchachos del lugar, los banqueros sueñan tranquilos al tener las hipotecas de los demás, no pasa nada, todo esta tranquilo. Las maestras preparan la lección del día siguiente sabiendo que le van a atender en clase, el cura duerme tranquilo preparando el sermón apocalíptico del dios que esta para servirle, todo esta tranquilo, la sociedad duerme y mientras duerme no hay peligro de que algo cambie. El progreso quizás? no eso no la alterara, con un modelo de sociedad jerarquizado no hay peligro, los indios en la llanura danzan pidiendo que llueva, no pasa nada. De pronto todo cambia como una partida de ajedrez que pensaban que iban a conservar eterna mientras nadie moviese ficha. Bienvenidos a la tierra prometida.


PD: Zadock no ha terminado, el ultimo capitulo lo pondré pronto.