Carroñeros/as Nocturnos

Siento el desliz de escribir, pero la insistencia de mi buen amigo el "viejo vampiro" me ha echo meditar sobre el tema, escribir y acostarme tarde.

Estábamos mi amigo martín, el "viejo vampiro" y el que os escribe desde detrás de mi pantalla en un bar de Blasco Ibáñez llamado La hurraca, cenando y degustando un vino orgiástico, cuando de pronto detrás de mi oigo una voz femenina que dice - hola chicos, ¡que hacéis!, me giro como el viento pensando que era la tortura auditiva de Noemi, rezo los versos wicca en menos que canta un gallo, y por "fortuna" era una chica del barrio llamada Carmen. Estos me miran la cara de cera que tenía en ese instante y se ríen, a lo cual yo espeto - por la gloria de Thor, gracias Zeus padre amado-, y vuelven a reír. La chica se acerca al "viejo vampiro" y se pone a contarle lo malo de su dia, el pone cara de resignación y gesto de "otra cantamañanas que he de aguantar". Mientras tanto Martín y yo damos cuenta de la cena y el licor sagrado. El "viejo vampiro" Y Carmen están departiendo y de pronto se escucha -hay salva, harías de Celestino para mi-, A lo cual el "viejo vampiro" responde - ¿Celestino de que?, ella espeta un- de estos chicos tan guapos-, la croqueta casi se me atraganta, Martín se va adentro del local, y yo apunto de romperme la caja torácica de risa me entro en el local pies en polvorosa. Veo a martín desgañitarse maldiciendo hasta a los cometas del cielo, lo miro y le digo -Martín esta perra quiere nuestras pollas- a lo cual volvemos a caer en una risa casi mortadelesca, me asomo con disimulo y veo la cara del "viejo vampiro" la cual me recordó por momentos a la de un Mastín Napolitano, estaba entreverado como las aceitunas. Salimos Martín y yo con cara de vamonos de aquí antes de que lluevan sapos y otros ofidios de ver tanta bruja suelta, Seguimos departiendo un rato más, pero la conversación cada vez se iba tornando más y más monótona, De la boca de Carmen cada 3 minutos soltaba pollas, corridas, actores porno, follar salvajemente y un largo etc. De lindezas de una señorita muy refinada y culta, por cierto es periodista de un diario que no puedo nombrar. Que esas cosas tan bonitas, las diga alguien que por nivel cultural o personal tirando a 2 o 3 en una escala del 1 al diez, se le pasa por alto y piensas "me toca una tia así, y voy haciendo las maletas a Marte que allí las tias serán marcianas y se les perdona". Los tres ya estábamos somnolientos de oír e intentar disimuladamente tocar nuestros culos, por desgracia para nosotros cuando ya estábamos haciendo los gestos de "huí que prisa llevo" aparecen tres amigas suyas, las enumerare de menor a mayor burradas dichas, Beatriz, Sonia, Julia y la susodicha Carmen, todas "pijitas" oliendo a perfume caro, pero con una lengua capaz de derrumbar el muro de Israel si lo pretenden. Las cuatro chicas con carreras, trabajos buenos, coches etc. No sabemos ni contamos ya las de veces que querían dar una vuelta con nosotros, todo eran negativas por nuestra parte, supongo que lo que nos tiro a todos para atrás, no fueron precisamente los cuerpecitos de las nenas, fue el echo de pensar cosas tan básicas como las siguientes,

Primera, cuantos años llevan las tias luchando por sus derechos e igualdades, por quitarse de encima carroñeros, soplagaitas y chupapollas de novios y maridos que lo mas bonito que les han dicho en sus putas vidas es "hazme la cena".

Segundo, Cuanto tiempo llevan las tias para no ser tratadas como putos objetos para follar y punto.

Tercero, buscan sentirse queridas y comprendidas.

Nada de esto apareció ni aparecerá en unas tias que lo único que buscan es follar con uno, dos, tres y cien tios que les pongan la polla en sus jodidas bocas, los roles han cambiado tanto, hablan de lo mal tratadas que son, de que todos se las quieren follar, y no se dan cuenta de que en sus tristes cabecitas si una no se respeta, nadie lo va hacer, que si buscan polla como unas posesas tendrán leche como para llenar una fabrica, al final de todo queda soledad y vacío de una tias con carrera y lo único que les valdrá en la vida es para recorrer kilómetros de corridas de tio.

Con tias así no vale más la pena que la carroña de la sociedad.

A. Lewis