La Oscura Cocina

Una vez entre en en su pasillo, y hay en la barra me sirvieron de buen grado. conocí y me inserte entre toda una amalgama de personajes, todos ellos con mayor o menor fortuna en la vida. dia tras dia, en el mismo rincón, la misma gente entrando y saliendo sin ninguna emoción mas que la quema del tiempo. Un tiempo dorado y un tiempo perdido en la cocina oscura, mezclandose el dinero y la ilusión.
Emociones vanas y artificiales, empastadas con un juego lírico de aparente grandeza. Mirad, mirad en el espejo y contemplad la realidad.
Sexo ecuestre de una noche, mísera reina del instante. 


A.lewis

1 comentarios:

Antonio Ruiz Bonilla dijo...

Sexo ecuestre de una noche, me recuerda a "Tu espalda equina" que escribí hace unos días. Un saludo y espero que puedas visitarme.